La Justicia de Estados Unidos decidió este martes que el expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), acusado de corrupción por haber recibido hasta US$35 millones en sobornos de parte de la empresa Odebrecht, puede ser extraditado, al haber hallado pruebas suficientes que justifican esta medida.

Con el visto bueno de la Justicia estadounidense, dependerá ahora del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, tomar la decisión final sobre si se extradita o no al exmandatario peruano, tras un proceso que ha durado más de dos años.