Reuters.- El rápido aumento, según expertos, se debe a diversos factores tales como una crisis crónica en el sistema de salud y mucha gente en las calles pese a restricciones en un país donde la pobreza obliga a las personas a buscar el dinero necesario para subsistir día a día, en medio de un amplio programa de asistencia oficial para mitigar la crisis.

Perú fue uno de los primeros de la región en decretar una cuarentena y es uno de los qué más pruebas de descarte a realizado en Latinoamérica, duplicó en 10 días los casos para instalarse como el segundo país con más contagios en la región.

El Ministerio de Salud informó que el total de personas con el virus ascendió a 51.189, unos 3.817 más frente al reporte previo; mientras que los muertos se elevaron en 100 a 1.444.

Perú detectó su primer caso confirmado el 6 de marzo y en 25 días llegó a 1.000 contagios. Tomó solo 14 días más para sumar 10.000 casos el 14 de abril, según un recuento de Reuters.

Su primer fallecido apareció el 19 de marzo y un mes después sumó 348. Dos semanas después la cifra aumentó cuatro veces.

“Hay que incidir en los focos de infección, mercados, bancos y también en el transporte público”, dijo el presidente Martín Vizcarra en una conferencia de prensa en la que dio las cifras. “Y me preguntan ¿Por qué hay más gente en las calles?, es un tema de responsabilidad de la gente”, agregó.

La cuarentena en Perú está prevista que culmine el 10 de mayo, pero aún no esta claro si se mantendrán las restricciones. El Gobierno ya anunció el reinicio gradual de actividades clave en mayo, para reducir los impactos en la economía que anotaría este año su primera tasa negativa desde 1998.

“Estamos ingresando a la peor etapa y calculo que deberíamos entrar al pico (de casos) a mediados de mayo”, dijo a Reuters Ciro Maguiña, médico infectólogo y vicedecano del Colegio de Médicos de Perú, que reúne a los profesionales del sector.

Según expertos, uno de los problemas por las que se desbordaron los casos ha sido la concentración de gente en los mercados populares, muchos instalados en calles y con una nueva legión de vendedores ambulantes debido a la cuarentena, que frenó la economía del país minero y dejó a millones sin empleo.

“Si no nos mata el virus, nos mata el hambre”, dijo el lunes una vendedora ambulante a un canal de televisión local.