Historia universal de la infamia
lunes, 21 de octubre de 2013 - 36149 vistas
Estas últimas semanas han ocurrido una serie de episodios en el gran teatro de la historia peruana, que ha llamado mi atención y que ni el mismo Borges, hubiera podido imaginar.
ESCENA 1
Un personaje alega estar muy mal de salud. Para ello recurre a un look conmovedor: despeinado y con el tensiómetro al lado. Se presenta ante un Tribunal a dar su juicio oral y convence a los jueces de la gravedad de su salud y consigue suspenderla. Poco después, una cámara oculta lo capta de pie, con buen semblante y prepotente, llamando la atención a una humilde enfermera. El actor principal de esta escena, ha sido nominado al Oscar por su extraordinaria interpretación de un terminal de cuasicáncer.
ESCENA 2
Un segundo personaje afirma y declara a los medios de comunicación que solo por el hecho de ser Congresista, puede entrar a cualquier lugar y en cualquier horario sin pedir autorización previa (palabras textuales del guión). Considera que su personaje es superior a los vengadores. Olvidando el contexto: visita a un preso que ha cometidos delitos de lesa humanidad y que el hospital cuenta con horarios de visita. Y que si permiten una visita extemporánea, debe de contar con el visto del médico ya que la misión de todo médico es salvaguardar la salud del paciente, por encima del capricho de los visitantes.
ESCENA 3
Un narrador omnisciente a través del gobierno o voz en off, otorga beneficios a sólo un ex presidente. Como bonos para combustible y además paga a sus asesores en un juicio, en el que todos los indicios lo sindican como culpable por enriquecimiento ilícito. Delito del que es inocente ya que solo ha caído en contradicciones orales ósea en constructos intelectuales, nada más. Obviamente, hasta que se pruebe lo contrario o hasta que su bancada, deje de apoyar repartijas del gobierno de turno. El personaje principal ha sido creado usando el prototipo de Cantinflas y Pinocho.
ESCENA 4
Un tercer personaje, denominado colaborador eficaz da una declaración bomba, acusando a un ex presidente y militantes de su partido que han tenido altos cargos en el IMPE, de supuestas irregularidades en indultos a narcotraficantes. Pasa el tiempo y el mismo colaborador se desdice e inculpa esta vez, al inquisidor y al gobierno de turno, de obligarlo a dar dicha declaración. Ojo, no olvidar que el actor de esta escena, fue un preso en una escena anterior, pero que cumplió su condena y que ahora vive cómodamente en un tranquilo barrio de Brasil. Y nada pierde con inculpar a uno u otro personaje ya que probablemente, cobra por leer otros guiones.
ESCENA 5
Aparece aquí, un cuarto personaje: un ex presidente aludido en la escena anterior. Que recurre a la última versión del colaborador eficaz, para victimizarse y limpiarse un poquito de todo el excremento que le salpicó en un episodio pasado. Olvidando que ninguna de las dos versiones del colaborador, son ciertas. Por más que una sólo sea en video, y en la otra haya estampado su firma y sello.
El guionista -que por cierto no es Betito-, usa el sarcasmo, la ironía y actores muy pintorescos en cada escena para parodiar la vida de los políticos chollywudenses. Por cierto, los actores y el guionista, cobran sumas astronómicas por cada escena.
Ya adivinaron como se llama la obra de teatro. Acepto sugerencias. Sí, esa me parece genial: “La plata viene sola”. La otra también “¡Que tal molusco!”.
Escrito por: Magaly Vera para SanJuandeLurigancho.com
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