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Oswaldo Carpio

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domingo, 13 de setiembre de 2020

Martín Vizcarra y el amigo íntimo furtivo

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Martín Vizcarra y el amigo íntimo furtivo

Candidato del Gobierno George Forsyth defiende abiertamente a Martín Vizcarra y todos sus delitos y mentiras. El juego de roles de víctima y victimario como estrategia divisionista y manipuladora.
domingo, 13 de setiembre de 2020 - 2869 vistas

George Forsyth ha declarado, nuevamente, en favor de Martín Vizcarra. Lo hace siempre para demostrar su incondicionalidad y retribuir el apoyo del gobierno.

No hay que ser un analista muy agudo para comprender que George es el candidato de Martín Vizcarra para las elecciones de abril del 2021. George Forsyth sale a declarar casi a diario sale a favor del gobierno del que recibe todo tipo de apoyo económico, policial, de los distintos ministerios así como de la prensa del Estado y de los medios de comunicación financiados por el gobierno con el fin de que levante en las encuestas que sirven a su candidatura.

¿Se puede esperar algo de contenido independiente en las declaraciones de George, pésimo alcalde al que su asesor publicista le creó durante la campaña electoral en La Victoria un sello farandulero y al que, durante el gobierno, le ha creado la imagen de un joven y valiente luchador contra las mafias, ocultando que es un alcalde reality, pésima autoridad tal como revelan el desorden gerencial y administrativo, la cada vez peor y caótica gobernanza con resultados nefastos para los victorianos: las calles sucias y sin mantenimiento, los parques y áreas verdes abandonadas de la misma forma que los espacios públicos y la ausencia de obras? No hay elaboración de expedientes técnicos ni obras en ejecución. Sí un show mediático permanente.

Favor con favor se paga. ¿Por qué el gobierno le presta todo el apoyo a George Forsyht, el alcalde reality y no a todos los alcaldes distritales incluído el de Lima? Esto será develado en los próximos días cuando la candidatura se lance por el partido Restauración Nacional que ya tiene un viejo acuerdo con el actual gobierno y su núcleo de socialistas-velasquistas gobernantes. ¿Tanta necesidad tiene el gobierno de un gobernante que le cuide las espaldas después del 29 de julio del 2021? ¿Por qué sacrificar a un joven alcalde que tiene mucho que aprender, que no tiene la experiencia ni los conocimientos para ser presidente de la república en una candidatura que es una grave aventura para él y para el país? ¿Por qué no esperar los resultados de una primera gestión que a todas luces no es exitosa ni eficiente?

El gobierno actual es una fábrica de mentiras. Fue así antes de llegar al control del poder y lo ha sido durante estos dos años de ejercicio del poder.

En las fábricas de mentiras, éstas se multiplican porque se gobierna a través del engaño, la compra de los medios de comunicación y de los “analistas políticos” y columnistas “independientes”, los constitucionalistas “independientes” adhoc, los editorialistas “independientes” y los caricaturistas mercenarios. Las mentiras se fabrican y multiplican, repitiéndose al unísono desvergonzado con primeras planas y “editoriales” con similar titular y contenido. El lema totalitario de “miente – miente que algo quedará” es, nuevamente, realidad como lo fue durante la dictadura militar de los doce años -1968/1980 y la dictadura de Fujimori/Montesinos durante los 90. Mientras se repiten mentiras y se crean psicosociales con total impunidad, se ocultan cifras, muertes, crisis económica, corrupción, argucias y las barbaridades de un gobierno altamente ineficiente y antimercado que se refugia a diario en el antiguo y perverso juego de roles de víctima y víctimario.

El juego psicológico y político de víctima y victimario es muy antiguo. Funciona cuando los personajes y el país son disfuncionales. En realidad, el origen se encuentra en sociedades disfuncionales como la peruana. El político débil de carácter y de personalidad manipuladora jugará siempre a ser víctima cuando es victimario. Es el típico mátalas-callando, el que se hace la mosca muerta. Se trata de una persona de personalidad disociada que oculta graves problemas no resueltos.

El ex gobernador regional de Moquegua está acostumbrado a jugar el papel de víctima porque le ha dado resultados durante años. Un victimario que actúa deslealmente y que traiciona pero que aparecerá siempre como víctima de otros. Es un doble juego. Siempre será víctima. Siempre buscará culpables entre sus “enemigos”, los malos peruanos, los corruptos, las mafias, los saboteadores, los que complotan contra la democracia porque el manipulador encarna la democracia; el manipulador encarna el país; el manipulador que juega a ser víctima “no lo dejan trabajar”. De esta forma, los “culpables” siempre serán otros. Los errores serán de otros y los “malos” serán siempre otros. Dividir al Perú entre “buenos peruanos y malos peruanos”, entre la “revolución y la contra-revolución”, los que son honestos contra los deshonestos, los que trabajan y escuchan al pueblo y los que no trabajan y no escuchan, etc., es una vieja estrategia que obtiene resultados momentáneos hasta que se cae la careta, el disfraz. Lo que no es fácil porque el pueblo que es la víctima se solidariza como el victimario que juega a ser víctima.

En estos días el Perú ha sido testigo de esta fábrica de mentiras cuando se filtró una crisis originada en el propio gobierno por la presencia del inefable, furtivo, huidizo, narcisista e histriónico asesor del Presidente Martín Vizcarra, señor Richard Cisneros o Richard "Swing".

Un extraño e híbrido asesor que ha sido negado más de tres veces; algo extraño, sumamente extraño, porque no encontramos motivos para que el Presidente de la República niegue a un asesor de tanta valía como el propio Richard Swing se considera y sostiene. Asesor de la campaña electoral, amigo de adolescencia y juventud que el presidente Martín Vizcarra por todos los medios se ha tratado de ocultar. Una mente, supuestamente abierta y moderna del presidente de la república, no es compatible con la negación de una amistad de muchos años atrás por las simples inclinaciones del amigo-asesor.

¿Por qué ese temor casi animal por negar una amistad que todos saben en Moquegua que es muy antigua?

Martín Vizcarra ha tenido éxito en ocultar quién es él en realidad. El caso de Richard Cisneros o Richard Swing ha empezado a poner al descubierto otros rasgos de personalidad, otras conductas y otras costumbres. ¿Por qué negar para luego reconocer lo inocultable? ¿Por qué ocultar hasta la manipulación de la información que son grandes amigos, de íntima amistad? Algo totalmente incomprensible.

El presidente de la república, lleva a su inefable amigo de la pequeña capital de Moquegua para que lo asesore en Palacio de Gobierno como lo asesoró en el gobierno regional de Moquegua, durante la campaña electoral presidencial y en el ejercicio de sus funciones en los últimos dos años cuando tuvo que tomar decisiones que lo involucraban a él, a su entorno íntimo, al gobierno y al país.

¿Por qué tanto velo en la amistad entre Martín y Richard? ¿Por qué esa obsesión por la negación al extremo de crear una tsunami político desde el centro y el cogollo del poder? ¿Por qué ha pretendido ocultar lo inocultable? ¿Por qué Richard Swing declara en las conversaciones grabadas que no entiende por qué Martín ha ocultado esa vieja amistad y se pregunta:
- ¿No era más fácil decir que sí me conocía y me recomendó para realizar mis labores como asesor desde el ministerio de Cultura? ¿Cómo el inefable asesor se mantuvo más tiempo que los ministros, asesores y altos funcionarios del sector? ¿Qué poder hizo que permaneciera en el cargo y que personajes de la farándula y el deporte lo buscaran y lo busquen a fin de conseguir cargos en el gobierno y las estructuras burocráticas del Estado?

El inefable amigo íntimo de andanzas en Moquegua ingresa furtivamente numerosas veces a Palacio de Gobierno. Ingresa y se toma selfies pero, curiosamente, se registran sólo seis veces. Seis veces cuando ha dado cuenta de su frecuente ingreso a Palacio de Gobierno. Se trata, evidentemente, de una persona de confianza que formaba parte del cogollo del gobierno; es decir, del gabinete de cocina o kitchen cabinet, al que ingresan sólo los que tienen la total confianza del “número uno”.

Frente a las circunstancias de la develación de la existencia de Richard Cisneros en un programa de televisión dedicado a la farándula, el presidente Martín Vizcarra, extrañamente, actuando como el jefe de la pandilla del barrio de Moquegua, después de negar una amistad inocultable, planifica con su personal de confianza, una gigantesca mentira dándoles instrucciones e induciéndolos al embuste, con el fin de ocultar que su íntimo amigo ha ingresado, regularmenete, según los registros, por lo menos seis veces a Palacio de Gobierno para asesorar a su amigo el Presidente. Sin embargo, como veremos, estas visitas son reducidas a cinco y, de ellas, a dos reuniones con el asesorado Presidente y las otras tres se distribuyen entre la asesora, la asistente y el abogado del equipo de asesores. ¿Por qué se empieza a fabricar una mentira y a engendrar una crisis política de magnitud en el afán de ocultar esa amistad?

Martín Vizcarra pide que borren las pruebas de las visitas del furtivo visitante. Se elimina registros, se elimina pruebas y esconde información como ya lo hizo cuando se descubre que el amigo de la infancia ha sido asesor del Ministerio de Cultura. Nadie sabe cómo llegó al MINCUL. Nadie sabe por qué fue contratado. Solo se sabe que la orden vino de Palacio. Pero, ¿de quién en Palacio?

Vizcarra en el afán de impedir que se conozca la verdad comete varios delitos:

- Obstrucción de la justicia.
- Eliminación de pruebas.
- Eliminación de información de las computadoras, cuadernos y agendas, todo ello mientras, nada menos, hay una investigación fiscal en curso sobre la labor de asesoría de Richard Swing.
- Falsedad.
- Colusión con sus subordinados para mentir/engañar a los fiscales, curiosamente una conducta por la que los fiscales y los jueces del caso Odebrecht dieron prisiones preventivas de 36 meses. Obstrucción de la justicia, ocultamiento y destrucción de pruebas, coordinación entre los acusados, etc. Todo eso en Palacio de Gobierno con el fin de, nada menos, que engañar a la Fiscalía.

Encontramos a un presidente de la república que fabrica y se ata a las mentiras junto a sus colaboradores de confianza, junto a su gabinete de cocina, a su núcleo duro, sus colaboradores de diez años. Actúa, de otro lado, de igual a igual con los que deberían ser sus subordinados. No hay jerarquía. No hay cabeza. Todos son iguales. Todos deliberan y construyen coartadas para engañar a la fiscalía. ¿Eso es propio de la más alta magistratura de la nación?

Y, nada menos, descubierto Martín Vizcarra en este extraño y fronterizo juego de fabricar mentiras para engañar a la Fiscalía, comienza el juego de víctima-victimario. Las mentiras y la crisis creada en el núcleo duro del gobierno se transforman en una conspiración de la mafia, un complot contra la democracia, una búsqueda de un golpe de Estado.

Se apela a una manipulación sin límites: crear un psicosocial del golpe contra la democracia con el fin de ocultar que la crisis del gobierno es interna y que sus colaboradores no son agentes de la oposición. En otras palabras, una personalidad que no tiene límites es capaz de crear una crisis nacional para ocultar la verdad y preservar el poder. Se vuelve a jugar el papel de víctima y los medios de comunicación y los periodistas mercenarios empiezan, “claros y directos”, a mentir, a repetir las mentiras hasta el infinito.
En esa reunión del kitchen cabinet no hay un delito, hay varios delitos tipificados en el Código Penal.
Pero… la culpa es de los enemigos, del Congreso creado por el propio Vizcarra y de los congresistas como si los 130 tuvieran fueran “una sola fuerza”.
Vale recordar que Martín Vizcarra, después de traicionar a PPK, llegara a la presidencia de la república hace ya más de dos años en coordinación y alianza con los enemigos de PPK. Entonces, Martín Vizcarra y sus asesores se reunían en secreto con Keiko Fujimori, los dirigentes del Frente Amplio, el corrupto César Villanueva de AAP y otros operadores con el fin de vacar a PPK y tomar la presidencia de la república y lo logró. Estas reuniones se realizaron en Lima y en el Canadá, país en el que fue nombrado embajador por el presidente al que ayudó a vacar. Esa conducta no es nada nueva. Es la conducta de personas sin escrúpulos, sin límites, personas que tienen mucho que ocultar.
Conseguido el objetivo Vizcarra y el núcleo duro, los asesores, deciden romper con su aliada Keiko Fujimori porque ya no la necesitan pues tuvieron los votos para amenazar con la vacancia a PPK que se vio obligado a renunciar cuando se vio perdido. Comienza, entonces, una nueva fase destinada a ganar popularidad. Empieza la guerra política contra el apro-fujimorismo en el que todo crítico o todo personaje u organismo autónomo es satanizado y culpabilizado con el sambenito de mafioso, cuello blanco, apro-fujimorista, etc. No se respeta a nadie. Si existe un magistrado que actúa en forma independiente de acuerdo a la Constitución y las leyes se le hace terrorismo de imagen, se inventan mentiras, se hace campaña de los “caricaturistas” malévolos contra personas honorables. Esa misma estrategia de guerra política es la que ha empezado hoy pero esta vez la fábrica de mentiras dirige sus golpes a los “golpistas”, a los que complotan contra la democracia, los que quieren ser los “Paniagua”, lo que hacen lo imposible por llegar al gobierno, incluso, en medio de la pandemia buscan “dividir” al país. El culpable siempre será el otro. El Presidente siempre será la víctima.

Como sabemos, la estrategia permanente del gobierno del presidente Vizcarra es la guerra política, la confrontación, la división maniquea y dioctómica del país en la que él juega el rol de víctima -el bueno- y los demás son victimarios (los malos). La vida se escinde, se divide en dos grupos. Si no están conmigo estás con la mafia. Se crea el terrorismo de imagen, la mentira repetida hasta crear una nueva “verdad”: el gobierno es víctima de aquellos que no quieren al pueblo, que no lo entienden, no lo apoyan, los culpables de que los peruanos mueran por el Covid – 19, y comienza la campaña: cierren el Congreso. Se pide dictadura, mano dura, no les debemos pagar el sueldo a los congresistas, nos han engañado. El buen Vizcarra, ¿habrá logrado, nuevamente, el objetivo de polarizar, extremar, manipular y dividir a los peruanos?

En un país disfuncional, Vizcarra acentúa, utiliza y promueve en forma extrema la disfuncionalidad: división y confrontación, división fomentada, amplificada y apoyada por los medios de comunicación financiados por el gobierno: más de 200 millones de soles pagados a los medios de comunicación como publicidad y varios millones más a los “columnistas independientes”, claros y directos, de los diarios, la radio y la televisión, y los troles de las Redes Sociales. Además, está claro, de los constitucionalistas ”independientes” que transforman lo inconstitucional e ilegal en constitucional y legal. Con la música baila el mono. Es curioso, cada vez que el gobierno actúa en la inconstitucionalidad, aparecen los constitucionalistas “independientes” a declarar… para eso les pagan a través de contratos firmados en instituciones internacionales que reciben dinero del gobierno.

Durante dos años, Richard, el narcisista amigo íntimo de adolescencia y juventud de Martín, cobra cientos de miles de soles del ministerio de Cultura. Contratos ocultados y negados hasta que se descubrieron fotos de ambos --Richard y Martín-- y ya era materialmente imposible negar semejante evidencia. Martín declaró, primero, que no conocía a su amigo íntimo. Luego se vio obligado a reconocer parte de la verdad porque las fotos abundaban y abundan, y porque Richard, además, en su extraña locura narcisista declaraba a diario que eran amigos, que él era el gran asesor que le daba instrucciones y órdenes a su amigo para que disuelva el Congreso y, cuando ocupaba la vice-presidencia, para que no se meta en el asunto de Chinchero que le iba a traer muchos problemas pero se metió, “no me hizo caso” se lamentaba el brillante y colosal asesor. ¿Cuántas otras decisiones aún más graves que afectaban y afectan al Perú fueron instrucciones y órdenes seguidas por el amigo de infancia y juventud?

Obligado a decir la verdad sobre el asesor furtivo de Palacio y su amigo -integrante del gabinete de cocina el presidente Martín Vizcarra- ocultan una peligrosa verdad que solo ambos conocen y crean una peligrosa crisis política. Se ha recurrido a la mentira extrema: todo es culpa de la oposición dispuesta a crear el caos en el Perú. El promotor de la mentira, el odio y el caos, nuevamente en el papel de víctima. Ahora es víctima de un complot para traerse abajo la democracia. Nuevamente los victimarios están persiguiendo y maltratando a su víctima. Nuevamente se aprovecha la disfuncionalidad del país y la propia disfuncionalidad personal para manipular a todos. El coro amplificado de los medios es indispensable.

Preguntas:

¿Tanto poder tiene Richard Cisneros o Richard Swing sobre Martín Vizcarra?
¿Qué sabe Richard Swing de Martín Vizcarra?
¿Por qué Martín Vizcarra temió y teme que se conozca que él y Richard Swing son amigos de adolescencia y juventud?
¿Por qué ocultó y oculta una amistad de tantos años al extremo de haber declarado que no lo conocía cuando todo Moquegua sabe de su amistad de muchos años atrás?
¿Hay algo oculto entre Martín y Richard, entre Martín y sus asesoras y asistentes?
¿Qué ha querido decir la señora Karen Roca cuando afirma que ella lo amaba como a un padre y que en privado el trato era de papá, trato distinto al que le daba en público?
¿Por qué Karen Roca le tiene tanto miedo a Miriam Morales la asesora principal de Martín Vizcarra?
¿Por qué involucrar a todos para mentir y ocultar una simple amistad de los años de adolescencia y juventud?
¿Por qué Richard Swing y Martín Vizcarra crean esta enorme crisis política y deciden que el culpable es el Congreso?
¿Se puede creer, después de tanta mentira sobre la cifra de muertos , cuando se dijo que eran 16 mil cuando eran más de 56 mil y ahora se declara 30 mil cuando son más de 60 mil?
¿Se fabricaron y ocultaron cifras de la misma forma que se ha ocultado la amistad entre Martín y Richard en una reunión del Kitchen Cabinet?
¿Se acordó en ese grupo de asesores o en otro ocultar la verdad culpando al Congreso --hijo del propio Martín Vizcarra- como el causante de todos los males?
¿Por qué tantas mentiras?
¿Qué asuntos tan graves se pretende ocultar mintiendo diariamente, dividiendo el país generando una crisis cada vez mayor?
Después del doble discurso sobre Tía María por el que Martín Vizcarra acuerda con el gobernador Regional de Arequipa, Cáceres Llica --partidario del antiminero Antauro Humala-- impedir, ilegalmente, la inversión en el proyecto Tía María mientras declaraba públicamente que él actuaría dentro de la legalidad. ¿Después de semejantes mentiras se seguirá repitiendo que el culpable es el Congreso mafioso o cualquier otro que no deja trabajar a su víctima?
¿Después de la escandalosa corrupción en la compra de mascarillas, respiradores artificiales, inútiles pruebas rápidas, sobrevaloración de menús en la PNP, improvisación perpetua, escándalos de corrupción en diferentes ministerios, etc., se seguirá afirmando que la crisis es causada por el Congreso o por cualquier otro?
El país es un caos absoluto y el gobierno crea inestabilidad en forma permanente pero el responsable es el Congreso.
El Perú tiene las peores cifras de muertes en el mundo por el virus de Wuhan pero el responsable es el Congreso.
El gobierno duplica la deuda externa del Perú pero el responsable es el Congreso.
El Perú vive la peor crisis económica en 140 años por el manejo improvisado del gobierno pero el responsable es el Congreso.
Se han perdido más de 6,5 millones de empleos pero el responsable es el Congreso.
Ha crecido la pobreza en 3 millones de personas pero el responsable es el Congreso.
El gobierno ha comprado los medios de comunicación y a los periodistas de la misma forma que lo hicieron Montesinos y Fujimori, pero el montesinista y golpista es el Congreso.
El Gobierno administra más de 120 mil millones de soles del Presupuesto Nacional pero el responsable de la corrupción es el Congreso.
El gobierno no ha construido obras ni servicio alguno pero el responsable es el Congreso que no lo deja trabajar.
Martín Vizcarra se obstinó en cerrar el Congreso “mafioso” y se le advirtió que el nuevo sería peor, pero lo cerró. Como el Congreso elegido no se alineó con el gobierno, entonces este Congreso es golpista, mafioso, corrupto y no lo deja trabajar.
El presidente Martín Vizcarra, rodeado de sus amigos de Moquegua gobierna el país con total impericia pero el responsable de todo lo malo es el Congreso. ¿Hasta dónde va a llegar con la estrategia de las mentiras perpetuas, la estrategia de jugar a la víctima y culpar a sus victimarios y a todos los engaños posibles?
El responsable siempre será el Congreso o cualquier otro menos el presidente Martín Vizcarra, la víctima perpetua.
Palacio de Gobierno se ha transformado en una fábrica de mentiras… ¿cuál es el final de un presidente fabricante industrial de mentiras?

 

Escrito por: Oswaldo Carpio para SanJuandeLurigancho.com

 

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