Amenazan a pariente de madre e hija calcinadas
Asegura que no teme a las amenazas recibidas tras denunciar ante los medios de comunicación el asesinato y calcinamiento de su hermana de 13 años y su madre.
lunes, 26 de setiembre de 2016 - 2243 vistas
Ojo.pe.- Maryori Mattos Angulo tiene los ojos cansados, pero la mirada decidida cuando asegura que no teme a las amenazas recibidas tras denunciar ante los medios de comunicación el asesinato y calcinamiento de su hermana de 13 años y su madre, Luz Angulo Rojas en San Juan de Lurigancho.
Después de sindicar a Francisco Atoche Hernández (21) como el responsable del doble crimen, Mattos recibió una llamada desde un teléfono público durante la tarde de ayer. La comunicación fue breve, pero el mensaje contundente: “Te callas o mueres”. “Prácticamente me dijeron como que ‘hemos matado a tu madre, igual vamos a matar y acabaremos con ustedes’. Pero yo le respondí que no iba a dejar de hablar (con la prensa), que igual voy a salir”, declaró Maryori a OJO.
Extraños. Además, la mujer detalló que han visto vehículos extraños rondando el lugar donde ella está viviendo en estos días. “¿Qué estamos esperando? ¿Que estos pongan otras víctimas?Mi mamá no está, mi hermanita no está. Cuando mi mamá fue al Pentagonito, la amenazaron. Ella tenía la denuncia por violación a mi hermana. Yo me voy a enfrentar de quien tenga que enfrentar”, agregó Mattos.
Ahora espera la visualización de unas cámaras de seguridad de un negocio, para el seguimiento de las investigaciones del caso.
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“¡Es una pierna!”, “¡es una pierna!”, gritaban a viva voz profesores y alumnos del colegio parroquial Nuestra Señora de la Resurrección de Jicamarca, en San Juan de Lurigancho, luego de observar de cerca el pedazo de carne que había traído consigo un perro de la zona.
“Los niños estaban ingresando en el colegio cuando nos dimos cuenta que uno de los perros estaba comiendo algo grande. Uno de los niños se acercó al perro para tratar de quitárselo, pero la mascota no se dejaba quitar”, contó María Cotaquispe, profesora de Nuestra Señora de la Resurrección de San Juan de Lurigancho.
“Poco después, el perro dejó la carne y nos acercamos a ver. Pensamos que se trataba de la pata de una vaca, pero vimos que era una pierna humana y que había dedos desgranados”, agregó la mujer. Tras superar la impresión, la docente procedió, alrededor de las 8 a.m., a dar aviso a la comisaría de Jicamarca, en San Juan de Lurigancho.
A los pocos minutos la noticia se propagó entre los vecinos. Los padres de los niños acudieron asustados al colegio para llevarse a los estudiantes a sus casas, mientras ellos lloraban desconsoladamente.
Foto: Ojo.pe
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