San Juan de Lurigancho es el distrito más poblado del Perú, con más de un millón de habitantes. Su crecimiento acelerado no fue casualidad, sino el resultado de una combinación de factores históricos, económicos y sociales que lo transformaron de un valle agrícola a una urbe densamente poblada.
Desde la década de 1960, Lima experimentó un crecimiento descontrolado debido a la migración masiva de pobladores del interior del país. La proximidad de SJL con el centro de la capital lo convirtió en un destino ideal para quienes buscaban mejores oportunidades económicas y laborales.
El distrito comenzó a poblarse de manera acelerada con la llegada de miles de familias provenientes de diversas regiones del Perú, especialmente de la sierra y selva. Entre los años 70 y 90, la inestabilidad política y la crisis económica impulsaron la migración, lo que llevó a la expansión de asentamientos humanos en las laderas de los cerros y zonas periféricas.
A diferencia de otros distritos de Lima, en SJL existía una gran extensión de terrenos sin urbanizar, muchos de ellos antiguos fundos y haciendas. Con la reforma agraria de 1969, los propietarios vendieron o abandonaron sus tierras, lo que facilitó la ocupación informal y la creación de pueblos jóvenes sin una adecuada planificación urbana.
El centralismo de Lima generó que miles de peruanos migraran en busca de empleo, educación y salud. La ausencia de proyectos de desarrollo en las provincias obligó a muchas familias a establecerse en la capital, con SJL como uno de los principales puntos de llegada.
A pesar de su crecimiento desordenado, SJL se convirtió en un polo económico gracias a la proliferación de pequeñas y medianas empresas, así como mercados, talleres y negocios familiares que sostienen a una gran parte de su población. Con el tiempo, muchas zonas informales fueron urbanizadas y dotadas de servicios básicos.
En los últimos años, se han llevado a cabo diversas obras de infraestructura en SJL, como la ampliación de la Línea 1 del Metro de Lima, que conecta el distrito con otros puntos importantes de la ciudad. Además, se han implementado programas de formalización y mejora de servicios públicos, como agua potable y electricidad, lo que ha contribuido a una mejor calidad de vida para sus habitantes.
El crecimiento rápido de San Juan de Lurigancho es un fenómeno complejo, marcado por la migración, la necesidad de vivienda y la falta de planificación inicial. Hoy, el reto del distrito es consolidar su desarrollo con infraestructura adecuada, mejores servicios públicos y una gestión urbana sostenible para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.