Toda Alemania gritaba a una sola voz. Mario Götze había parado delicadamente la pelota con el pecho para luego pegarle un zurdazo hacia la portería del argentino Sergio Romero. Con ese gol, el país teutón se consagraba ganador del Mundial de Fútbol Brasil 2014. El joven jugador –entonces de 22 años– se volvió un héroe. Ahora, casi tres años después, vuelve a aparecer en los medios, pero no con una historia alegre: padece una rara enfermedad que pone en riesgo su futuro como futbolista.
–Extraña ausencia–
Su actual equipo, el Borussia Dortmund, ya había anunciado que el jugador de 24 años tuvo que abandonar los entrenamientos de manera indefinida debido a una alteración en su metabolismo. La noticia explicaba sus extrañas ausencias. De los 38 partidos que van de la actual temporada solo jugó 20, y anotó dos goles.
Pero esta semana, el diario “Bild” puso fin al misterio y dio a conocer el mal que aqueja al joven alemán. Se trata de una extraña condición llamada miopatía metabólica, la cual se traduce en degeneración muscular.
–Cuestión genética–
Esta enfermedad, como su nombre lo dice, afecta al metabolismo de la persona: altera algunas de las reacciones químicas que son imprescindibles para la correcta producción y almacenamiento de energía en las células de los músculos.
“Es un problema genético, es hereditario. Los genes no permiten formar adecuadamente las enzimas que son necesarias para transformar los alimentos en combustible”, explica a El Comercio el Dr. Alfredo Durán, neurólogo de la clínica Ricardo Palma.
Asimismo, el especialista agrega que puede pasar un largo tiempo antes de que la enfermedad presente sus primeros síntomas.
–Distintos niveles–
De acuerdo con el Colegio de Reumatología de EE.UU., las miopatías metabólicas pueden causar debilidad muscular progresiva, fatiga, dolor y calambres después del ejercicio, y descomposición del tejido muscular. Sin embargo, recalca que estos síntomas dependen de la gravedad de la enfermedad y que algunas personas afectadas tienen vidas normales.
En el caso de Götze, no se sabe el grado de su miopatía, pero el diario “Bild” afirma que es un caso tratable.
–Procedimiento adecuado–
En sí, las personas con miopatía metabólica sufren una intolerancia a la actividad física. Por lo tanto –explica Durán–, los afectados no deben hacer dietas extremas, no deben deshidratarse y tienen que comer sano.
Sobre el tratamiento, el médico dice que hay procedimientos para suplir la enzima que falta. Por otro lado, también se recomienda que el paciente siga una rehabilitación centrada en entrenamiento anaeróbico, acompañado de una dieta especializada y suplementos.
Aunque Götze pueda sobrellevar esta enfermedad, Durán no confía en que se recupere al 100%, o al menos a la capacidad necesaria para rendir como futbolista profesional.
“Su vida va a tener que cambiar. Ya no será la misma de antes”, concluye el especialista.