Reuters.- El presidente de Perú, Martín Vizcarra, anunció el viernes la extensión del estado de emergencia y la cuarentena hasta el 30 de junio por el coronavirus para cumplir tres meses y medio de aislamiento, en uno de los periodos más extensos del mundo.
Perú comenzó la cuarentena a mediados de marzo, y con esta nueva ampliación a las restricciones sociales superará a las que se dieron en Italia y España, que se ubican entre los países más castigados por la pandemia global.
La medida se da en momentos que el número de contagios sigue en aumento y ascendió a 111.698 el viernes, desde los 108.769 del reporte previo, la segunda cifra más alta en América Latina tras Brasil. En tanto, los fallecidos subieron a 3.244 desde 3.148.
Vizcarra afirmó que en esta quinta extensión de la cuarentena -que iba a culminar el 24 de mayo- tiene algunos cambios para facilitar la reanudación de ciertas actividades económicas.
Entre estas actividades mencionó servicios como la venta de electrodomésticos, peluquerías, dentistas, servicios técnicos y otros que podrán realizarse a través de prestación a domicilio.
También dijo que se podrá reanudar la práctica de algunos deportes, como el fútbol profesional, pero que los juegos en los estadios se realizarán sin público.
“Debemos ir a una nueva convivencia, que nos permita como sociedad ser más solidarios, ser más responsables, disciplinados, respetando las normas mínimas de comportamiento para no hacer daño a las personas que más queremos”, afirmó.
En esta extensión de la cuarentena Vizcarra relajó un poco el toque de queda nocturno, disminuyendo en una hora esta medida en la mayoría de regiones del país, a excepción de algunas zonas donde el avance de contagios es mayor.
El brote del virus no sólo ha colapsado el sistema de salud en el país andino, sino que en los últimos días ha disparado la demanda de medicinas y sus precios generando indignación de consumidores y amenazas de sanciones del Gobierno.
Algunos sectores de la economía como el minero, pesquero, restaurantes para ventas a domicilio y construcción han reiniciado gradualmente sus actividades, cumpliendo protocolos sanitarios bajo la supervisión oficial.