larepublica.pe.- El congresista Roberto Vieira Portugal pidió 20 mil dólares a su primo, Guillermo Venegas Vieira, para conseguir que le levante la suspensión a su embarcación pesquera que le había impuesto el Ministerio de la Producción, según acusó el familiar del parlamentario no agrupado.
La embarcación ‘Ponce II’, dedicada a la pesca de bacalao, de propiedad de Guillermo Venegas y con la inversión de otro familiar, Roberto Vieira Diestro, fue sancionado en noviembre del 2018 por Produce, por una baja cantidad de pesca en el 2016. Sin embargo, como asegura el primero, el legislador lo contactó para solicitarle 25 mil dólares para que termine dicho castigo
Días previos a la reunión con la ministra Barrios Alvarado, el parlamentario Vieira se contactó con su primo Guillermo Venegas para tratar el tema económico, dado que el último viernes 15 de marzo iba a estar en la sede de Produce, llamado por el congresista como “campeonato”. Incluso, le compartió una fotografía donde aparece con el titular de la cartera, momento en el que iba a realizar la gestión para levantar la suspensión de la embarcación ‘Ponce II’.
Roberto Vieira reconoció haber solicitado el dinero, aunque negó que sea para él, sino para contratar a un abogado –sin haberlo mencionado en el audio–, además de asegurar que las conversaciones habían sido editadas.
Según el abogado penalista Carlos Caro, el caso de Vieira puede considerarse como un presunto delito de tráfico de influencias, lo que podría terminar en una condena de hasta 8 años de prisión.
Audio entre el congresista Roberto Vieira y su primo Guillermo Venegas:
Roberto Vieira: A ver cuéntame, qué pasó Chicho (Guillermo Venegas).
Guillermo Venegas: No. Yo le dije a Beto (Roberto Vieira Diestro), pues. Me dijo: no, estás h***n, lo que tú me dijiste, 25, ¿no es cierto? Pero le dije de todas maneras. Él me dijo: dile que no es para tanto. Yo podría dar cinco ahorita, porque tú me dijiste 25, ¿no? Lo arreglabas con 25.
RV: Claro, yo “le arreglo su problema a él con 25”, pero este (…) yo dije, porque yo pensé que era más problema del reclamo que quieren hacer ustedes, que me parece legítimo, por eso es que ya te dije que lo anularan (…) Ya, pero qué es lo que quieren entonces.
GV: Que nada más que paren la caducidad, pues. ¡Si es lo único que hay!
RV: ¿Es lo único que hay, la caducidad?
GV: Claro, pues. Es lo único que está en la resolución, la caducidad nomás.
RV: Ya mira, escúchame, este, dile que me dé 15. Pídele 20, agárrate tú 5.
GV: Primo, pa’ mí no, porque si tú nos pones activos, a mí también me ayudas. ¿Me entiendes?
RV: Ya, 15. Dile que me dé 15.
GV: Tú le has ofrecido, por eso le dije a él…
RV: Dame 5 mañana y los 10 contraentrega, pero me vienes acá a entregar los papeles. Nada por teléfono, como que no existe h***n.
GV: Ya.
RV: Por teléfono ni m****a.
GV: Ya, no nada. Solo te llamo y te digo “voy” y ya sabes que vengo pa’ acá.
RV: Ya, tráeme la h****a mañana
GV: ¿Qué te traigo, la resolución?
RV: Dame la resolución y lo que va a presentar de defensa. Nada más, o sea su apelación, lo que va a hacer la abogada. Dame eso y las cinco lucas. Dile 15 lucas, dile. (…) Ya, cerramos en 15, cinco ahora, cinco mañana. Y 10 cuando salga. (…) Escúchame, tienes que venir y traerme papeles, pero no le digas nada, porque al final creo que lo más rápido va a ser abrirlo. Lo que quiero es abrir menos de quince días, porque ni un almirante va a parar esa w****a.