En el Centro de Rehabilitación Nueva Esperanza, situado en el asentamiento humano Proyectos Especiales de San Juan de Lurigancho, una fuga masiva de internos desencadenó una tragedia que resultó en la muerte de dos personas. Marco Aguirre Hernández, uno de los fallecidos, a punto de abandonar el centro, fue víctima de golpes mortales, según confirmó su hermana. El segundo fallecido aún permanece sin identificación.
Vecinos capturaron el preciso momento en que los internos escapaban, destruyendo enseres y arrojando objetos a la calle.
La Policía Nacional del Perú y la Fiscalía han iniciado investigaciones para esclarecer las circunstancias de los fallecimientos y la fuga masiva. Peritos de criminalística están trabajando en el caso, mientras que representantes del Ministerio Público ordenaron el levantamiento de los cuerpos. Los cuerpos de las víctimas fueron trasladados a la Morgue de Lima.
El alcalde de San Juan de Lurigancho, Jesús Maldonado, confirmó que el Centro de Rehabilitación Nueva Esperanza operaba ilegalmente y de manera clandestina, careciendo de las licencias requeridas. La comunidad se encuentra consternada por estos eventos trágicos.