De vuelta a clases
Crianza de niños por Lic. Daniel Acuña Bustamante
lunes, 27 de febrero de 2017 - 1474 vistas
Estando a una o a dos semanas del reinicio de clases, o primera vez al ingreso de clases (para algunos), aquellos niños o adolescentes pueden presentar ciertos malestares emocionales, conductuales y que pueden desencadenar incluso malestares físicos.
En primer lugar me enfocaré en aquellos niños que empiezan clases, ya sea en preescolar o primer grado de primaria. En algunas circunstancias los padres tienen dificultad en que sus hijos se queden solos en el colegio por no tener esa costumbre o entrar a colegios nuevos. Es normal estos temores en ellos, sería bueno comprenderlos, tener capacidad empática de poder ponernos en su lugar de acuerdo a su edad y explicarles la importancia del colegio y del porque se tienen que quedar, esclareciendo también que no es un abandono, sino solo un corto periodo del día en que les enseñaran nuevas cosas y luego volverán a casa.
Como mencioné en el primer párrafo, pueden surgir emociones, conductas y/o malestares físicos como por ejemplo llantos, berrinches, dolores de cabeza, nausea, entre otros, que son
provocados por los pensamientos generados ante interpretaciones (lo que creen que podría pasar, que por lo general es algo malo). En este proceso, también entonces se podría aprovechar en caso surgiera esto decirles la causa de su malestar, que es la que ya sabemos, y que nada malo les pasará ya que están en un ambiente seguro.
Por otro lado, los adolescentes, de vuelta al colegio o cambio a un nuevo colegio o ingreso a universidades o institutos… esto sugiere ciertamente ansiedad para algunos lo cual del mismo modo, es una emoción normal dada la circunstancia. ¿Qué hacer en estos casos?
Aceptación
Aceptar la emoción de la ansiedad o comúnmente denominada “nerviosismo” con la finalidad de que no la tomemos como algo malo, si no como algo dentro de lo esperado. Por otro lado, verle el lado bueno, volver a estudiar, aprender cosas nuevas, reencontrarse con amistades y/o hacer más amistades. Con esto revertir verle lo negativo que estamos acostumbrados o que he oído en algunas personas como; “que pereza” volver a clase… “madrugar”… “estudiar”… etc. Anímate a intentarlo, pensar en lo bueno, así controlaremos la emoción que genera displacer.
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