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La oposición venezolana, por su parte, ha llamado a un "plebiscito" el mismo día -sin árbitro, sin registro electoral y sin posibilidad de auditoría- para nombrar un gobierno paralelo. Pero, ¿qué diferencia a ambos eventos? ¿Cuál es constitucional y cuál no? ¿Es la última carta de la oposición?

 

Legitimidad constitucional

 

La figura de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) aparece en la Constitución consagrada en los artículos 347, 348 y 349. No así el plebiscito. De hecho, la última vez que se hizo una consulta similar fue convocada por el dictador Marcos Pérez Jiménez para garantizar su estadía en el Gobierno.

 

La inexistencia de la figura del "plebiscito" obligó a última hora a la oposición a cambiar el nombre del evento por el de "consulta popular", que aparece en la Carta Magna, pero que para ser válida debe contar con la logística del Consejo Nacional Electoral (CNE), cosa que no ocurrirá.

 

 

Mientras el simulacro de la Constituyente es organizado por el Poder Electoral, la oposición anunció que su plebiscito —convocado hace menos de 15 días— prescindirá de la logística del CNE, organismo que anteriormente había organizado incluso las elecciones primarias del antichavismo.

 

La ausencia del árbitro en la elección de la derecha pone en tela de juicio los "resultados" que arroje la consulta, porque no serán supervisados, no contarán con la data oficial de electores ni mecanismos que garanticen la transparencia del proceso.

 

Auditoría

 

El CNE tendrá la posibilidad de hacer seguimiento a las ventajas y las dificultades que se presenten en el simulacro, con el propósito de garantizar el correcto funcionamiento de los elementos de la elección el día de la votación.

 

Pero en el caso del plebiscito de la derecha, no hay ningún mecanismo que permita ver las fallas, las dificultades ni los resultados: según anunciaron los voceros, la "votación" será manual, no habrá ninguna auditoría por parte de un organismo imparcial y se quemarán los cuadernos de votación.

 

Un elector, un voto

 

Las elecciones organizadas por el CNE tienen un mecanismo automatizado de verificación de identidad, a través de la huella dactilar, que permite garantizar la máxima de un comicio legal: un elector, un voto. La ausencia de máquinas "captahuellas" en el plebiscito de la oposición y el proceso manual, cuyos soportes serán incinerados, son dos obstáculos mayúsculos para impedir que una misma persona vote las veces que quiera.

 

Vinculante o no

 

Aunque mañana será sólo el simulacro, la ANC del próximo 30 de julio tendrá resultados concretos: la elección de 537 diputados que podrían plantear modificaciones a la Constitución, cuya aprobación será sometida a una referendo consultivo de carácter vinculante.

 

En cambio, el plebiscito no. Al incumplir los requisitos mínimos para una consulta vinculante, apegada a la Constitución, los "resultados" de ese comicio no tienen validez. Incluso, voceros de la oposición como Luis Vicente León han admitido que no es más que un evento "simbólico".

 

Llamado de las autoridades

 

Por su parte, las autoridades llamaron a la población a manifestarse pacíficamente durante los actos electorales. "Yo llamo a todos los venezolanos y venezolanas de bien a participar en el proceso de simulacro electoral, como siempre se ha hecho, para [...] informarse mejor", comentó el presidente del país, Nicolás Maduro.

 

Durante un acto público el mandatario llamó a todos los venezolanos a participar "en los eventos políticos que están convocados pacíficamente, con respecto a las ideas del otro, sin ningún incidente".

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