LONDRES/PEKÍN, 19 mar (Reuters) - Las países más ricos del mundo inyectaron el jueves ayuda sin precedentes en una economía global traumatizada a medida que los casos de coronavirus se dispararon en el epicentro actual, Europa, en momentos en que el número de muertos en Italia superó al de China, el origen de la pandemia.
Con casi 228.000 infecciones y más de 9.200 muertes hasta ahora, la epidemia ha sorprendido al mundo y provoca comparaciones con dolorosos períodos como la Segunda Guerra Mundial, la crisis financiera de 2008 y la gripe española de 1918.
“Esto es como una plaga egipcia”, dijo la hotelera argentina Patricia Durán, que ha visto desaparecer las reservas de sus dos establecimientos cerca de las famosas Cataratas de Iguazú. “Los hoteles están vacíos, la actividad turística ha muerto”.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que una recesión global, “quizás de dimensiones récord”, es casi una certeza.
“Este es un momento que demanda políticas coordinadas, resueltas e innovadoras de las economías líderes del mundo”, dijo Guterres a periodistas a través de una video conferencia.
“Estamos en una situación sin precedentes y las normas habituales ya no aplican (...) Es casi una certeza que tendremos una recesión mundial, quizás con dimensiones récord”, declaró.
En Italia, soldados transportaron cadáveres durante la noche desde un cementerio en la nación más afectada de Europa, donde han muerto 3.405 personas, más que en China continental.
Y en los mercados, los inversores han liquidado activos en todas partes, muchos buscando al dólar como refugio seguro. Otras monedas se desplomaron a mínimos históricos, como la libra esterlina, que llegó a desvalorizarse cerca de su punto más bajo desde 1985.
Las autoridades monetarias de Estados Unidos, Europa y Asia han recortado las tasas de interés y abrieron los grifos de liquidez para tratar de estabilizar economías golpeadas por consumidores en cuarentena, cadenas de suministros interrumpidas, el transporte paralizado y empresas paralizadas.
El virus, que se originó en China a fines del año pasado, ha saltado a otras 172 naciones y territorios con más de 20.000 nuevos casos reportados en las últimas 24 horas, un nuevo récord diario.
Los infectados en Alemania, Irán y España aumentaron a más de 12.000 cada uno. Un funcionario en Teherán tuiteó que el coronavirus estaba matando a una persona cada 10 minutos.
Los supermercados en muchos países se vieron asediados con compradores que se abastecían de alimentos básicos y productos de higiene. Algunos racionaron las ventas y fijaron horarios especiales para los ancianos.
En una serie de medidas financieras en todo el mundo, el Banco Central Europeo lanzó nuevas compras de bonos por 750.000 millones de euros (817.000 millones de dólares). Eso llevó algo de alivio a los mercados de bonos y también detuvo la caída de las acciones europeas, aunque los mercados bursátiles se mantuvieron volátiles en otros lugares.
“Momentos extraordinarios requieren de acciones extraordinarias”, dijo la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en medio de preocupaciones de que las tensiones puedan destruir a la zona euro como un bloque con una moneda única.
Mientras, la Reserva Federal lanzó su tercer programa de crédito de emergencia en dos días, con el objetivo de mantener funcionando a la industria de fondos mutuos del mercado monetario, de 3,8 billones de dólares.
El Banco de Inglaterra (BoE) bajó las tasas de interés a 0,1%, su segundo recorte de emergencia en cerca de una semana, e incrementó su programa de compras de bonos, en un intento por proteger a la economía de Reino Unido.
China liberaría billones de yuanes de estímulo fiscal y Corea del Sur prometió 50 billones de wones (unos 39.000 millones de dólares). Australia lanzó un alivio cuantitativo histórico luego de una reunión no programada el jueves y recortó sus tasas de interés por segunda ocasión en un mes.
El estado crítico de la industria era evidente en Detroit, donde las tres grandes automotrices -Ford Motor Co, General Motors Co y Fiat Chrysler Automobiles NV- confirmaron que cerrarían plantas en Estados Unidos, así como en Canadá y México.
Con algunos economistas temiendo un impacto prolongado similar a la Gran Depresión de la década de 1930, pero otros que anticipan un rebote posterior al virus, abundaban los datos y pronósticos sombríos. Economistas de J.P. Morgan estiman que la economía china caerá más de un 40% este trimestre y que la de Estados Unidos se contraerá un 14% en el próximo.
Reporte de Redacciones de Reuters; Escrito por Marius Zaharia y Andrew Cawthorne, Editado en Español por Ricardo Figueroa, Manuel Farías y Rodrigo Charme